Educación

Resultados de pruebas PISA revelan los desafíos educativos en Latinoamérica

690.000 adolescentes de 81 países participaron en esta edición

Los resultados de las pruebas PISA revelan los desafíos educativos en Latinoamérica y la urgencia de mejorar nuestros sistemas de enseñanza en la educación básica. Estos resultados, difundidos en diciembre del año pasado, provienen del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La prueba, aplicada después de la pandemia de la covid-19, evaluó si los estudiantes de 15 años, incluyendo aquellos de 14 naciones de América Latina y el Caribe próximos a finalizar la educación básica, pueden aplicar sus conocimientos en situaciones de la vida diaria.

En total, participaron 690.000 adolescentes de 81 países y economías, incluyendo los miembros de la OCDE. Los resultados evaluan el nivel de competencia en matemáticas, lectura y ciencias entre los adolescentes de la región, así como la percepción de los estudiantes sobre la educación, su experiencia de aprendizaje durante la pandemia y la disponibilidad de recursos en los centros educativos para un aprendizaje enriquecedor.

El sondeo PISA revela que 24 países superan el promedio de la OCDE en matemáticas, siendo Singapur el mejor clasificado con 575 puntos. Los países con mejores resultados son mayormente asiáticos y europeos, con Canadá representando a América y Nueva Zelanda y Australia a Oceanía. En contraste, los resultados más bajos en matemáticas fueron para República Dominicana con 339 puntos, Paraguay con 338 y Camboya con 336.

En paralelo, en otras partes del mundo disminuyó el rendimiento académico, provocando "una caída sin precedentes" en el resultado general, una tendencia "preocupante", según el informe. Alemania, Islandia, Países Bajos, Noruega y Polonia, por ejemplo, registraron resultados notablemente más bajos en matemáticas.

La OCDE, responsable de PISA, señala una marcada disminución en habilidades de lectura, matemáticas y ciencias en sus últimas pruebas, atribuyendo esto al impacto disruptivo de la pandemia en los sistemas educativos globales. Andreas Schleicher, Director de Educación de la OCDE, expresa preocupación por el deterioro significativo y destaca la urgente necesidad de abordar las brechas educativas. Subraya la importancia de implementar medidas integrales para enfrentar las desigualdades, apoyar a los estudiantes rezagados y fortalecer la resiliencia educativa.

Un análisis del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) resalta la correlación entre inversión educativa y resultados, señalando diferencias entre los países de la OCDE y los de la región. En este trabajo se destaca la necesidad de evaluar la eficacia de la inversión en la mejora del sistema educativo.

Además, los resultados de PISA confirman una alta inequidad en los aprendizajes, con un mayor porcentaje de estudiantes pobres presentando bajo rendimiento en comparación con los estudiantes más ricos.

¿Qué se mide en la prueba PISA?

La prueba PISA, aplicada desde 1998 de manera trienal, se dirige a una muestra representativa de estudiantes cercanos a los 15 años que están por concluir la educación secundaria. Esta muestra, seleccionada entre 4,500 y 10,000 alumnos por país, participa en un examen de dos horas de duración que evalúa distintos niveles de comprensión, criterio, discernimiento, resolución de problemas y creatividad en tres áreas principales: lectura, matemáticas y ciencias generales.

Además del examen, se incluye un amplio cuestionario que recolecta información relevante sobre el entorno familiar y socioeconómico de los estudiantes, así como sus actitudes hacia el aprendizaje y sus hábitos de estudio.

Las preguntas de la prueba son seleccionadas por unanimidad entre los países participantes y un comité internacional de asesores. Antes de su inclusión, se someten a pruebas preliminares y, si resultan demasiado fáciles o difíciles, se excluyen. Cada examen PISA contiene material suficiente para siete horas de evaluación, de las cuales se extrae una combinación única para cada alumno durante las dos horas del examen.

Los resultados de los países latinoamericanos en la Prueba PISA 2022 muestran diferentes tendencias y desafíos en el ámbito educativo de la región

Los resultados de los países latinoamericanos en la Prueba PISA 2022 muestran diferentes tendencias y desafíos en el ámbito educativo de la región. A continuación se presenta un análisis de los resultados obtenidos por cada país:

Argentina: A pesar de la interrupción causada por la pandemia, Argentina logra mantenerse estable en matemáticas, lectura y ciencias, con leves fluctuaciones en sus puntajes. Se observa una reducción de la brecha educativa, especialmente entre los estudiantes más desfavorecidos.

Brasil: Presenta una tendencia de estancamiento con resultados estables pero por debajo de sus mejores años. La mayoría de los estudiantes enfrentan dificultades en las tres áreas evaluadas, con un deterioro notable entre los estudiantes más acomodados.

Chile: Destaca como el líder regional en todas las áreas, aunque enfrenta un estancamiento en lectura después de un período de crecimiento constante. A pesar de ello, los problemas de rendimiento son menos prevalentes en comparación con otros países de la región.

Colombia: Muestra un mantenimiento general en su desempeño, a pesar de fluctuaciones en los puntajes. Sin embargo, persisten desafíos significativos, especialmente en matemáticas y lectura.

Costa Rica y México: Experimentan caídas significativas en matemáticas, mientras que en lectura y ciencias muestran estabilidad o ligeros descensos. Se observa una brecha preocupante entre los estudiantes más acomodados y el promedio nacional.

Panamá: En su segunda participación en PISA, muestra mejoras notables en lectura y ciencias, aunque se mantiene estable en matemáticas.

Perú: Muestra una tendencia positiva interrumpida por una caída en matemáticas, mientras que en lectura y ciencias se mantiene estable. Persisten desafíos en el rendimiento de los estudiantes.

República Dominicana: A pesar de tener la mayor proporción de estudiantes con bajo rendimiento, muestra mejoras en todas las áreas evaluadas en comparación con años anteriores.

Uruguay: Aunque enfrenta una caída en matemáticas, se mantiene estable en lectura y muestra mejoras en ciencias.

Educación como factor para generar oportunidades

Voces expertas como Mercedes Mateo Diaz,  jefe de la División de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) expresan la importancia de generar oportunidades equitativas para cerrar la brecha de desigualdad:

Asi mismo, Jaime Saavedra,  director de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe del Banco Mundia opina sobre el reporte conjunto "El aprendizaje no puede esperar", del Inter-American Development Bank y The World Bank: Los resultados de PISA2022 en América Latina y el Caribe "nos deben preocupar muchísimo y son una alerta sobre cómo debemos continuar con las inversiones en educación". "Hay esperanza, sabemos lo que hay que hacer para mejorar. Lo que se necesita es ampliar el compromiso político de todos los países para mejorar la calidad de la Educación"

Conclusiones

¿Qué medidas debemos tomar para mejorar y equilibrar los resultados educativos para los adolescentes en América Latina y el Caribe?

Gobiernos de la región deben priorizar la reducción de la prevalencia de bajo rendimiento en áreas como matemáticas, lectura y ciencias

Resulta imperativo implementar medidas inmediatas para asegurar que todos los estudiantes adquieran competencias básicas en áreas fundamentales, como matemáticas, lectura y ciencias, en línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4.1. Los gobiernos de la región deben priorizar la reducción del bajo rendimiento, especialmente en matemáticas donde se observan tendencias desfavorables, particularmente entre las mujeres. Las intervenciones en el nivel secundario deben enfocarse en la recuperación de deficiencias y la adquisición acelerada de habilidades en matemáticas. La enseñanza adecuada y la tutoría, posiblemente respaldadas por herramientas tecnológicas, pueden ser efectivas. Es crucial fortalecer los resultados en lectura y ciencias, cerrando brechas para asegurar la plena participación de los estudiantes en la sociedad.

Proporcionar a estudiantes de bajos recursos oportunidades de aprendizaje más flexibles, acceso a recursos digitales y apoyo psicosocial

Ciertos grupos de estudiantes requieren apoyos específicos para mejorar su rendimiento académico. En la mayoría de los países de la región, los estudiantes de bajos recursos tienen una mayor probabilidad de presentar bajo rendimiento, una tendencia que ha permanecido constante o, en algunos casos, ha empeorado en la última década. Proporcionar a estos estudiantes oportunidades de aprendizaje más flexibles, acceso a recursos digitales y apoyo psicosocial puede ser beneficioso. Del mismo modo, los resultados que muestran disparidades de género en el rendimiento académico, como el bajo desempeño relativo de las mujeres en matemáticas y de los hombres en lectura, subrayan la necesidad de implementar medidas específicas para cerrar estas brechas. Estas acciones podrían incluir la revisión de los materiales curriculares para eliminar estereotipos de género, proporcionar material educativo que involucre a estudiantes de ambos sexos y ofrecer formación docente sensible al género, junto con intervenciones que desafíen las normas de género arraigadas y promuevan modelos de conducta equitativos.

Es esencial invertir en la recuperación del aprendizaje en lectura y matemáticas para los estudiantes de primaria

En tercer lugar, es esencial invertir en la recuperación del aprendizaje en lectura y matemáticas para los estudiantes de primaria, quienes fueron particularmente afectados por la interrupción educativa causada por la pandemia de COVID-19. Dado que estos estudiantes estaban en etapas cruciales de adquisición de competencias básicas en lectura y escritura cuando se produjo el cierre de las escuelas, es necesario implementar intervenciones para recuperar las pérdidas de aprendizaje y acelerar su progreso educativo, con el fin de mejorar tanto el rendimiento académico como la equidad en la región en futuras evaluaciones de PISA.

Se debe trabajar en la reducción de las tasas de deserción y repetición escolar

En cuarto lugar, se debe trabajar en la reducción de las tasas de deserción y repetición escolar. Aunque se han logrado avances en la ampliación de la cobertura de PISA en la región mediante la reducción del abandono escolar temprano y el apoyo a la progresión de grado, la cobertura aún no alcanza los niveles de la OCDE en muchos países. Es crucial garantizar que todos los jóvenes de 15 años estén representados en PISA, lo que implica que asistan a la escuela en el grado correspondiente. Las políticas deberían focalizarse en los estudiantes varones, que tienen más probabilidades de abandonar la escuela prematuramente o de no ser promovidos al siguiente curso. La implementación de sistemas de alerta temprana, que han demostrado ser efectivos en algunos contextos, puede ayudar a identificar a los estudiantes en riesgo y brindarles el apoyo necesario

Indispensable cerrar las brechas en el acceso a dispositivos y recursos digitales

En quinto lugar, se requiere cerrar las brechas en el acceso a dispositivos y recursos digitales, así como en la preparación de los docentes para integrar efectivamente la tecnología en su enseñanza. Los directores de escuelas públicas y de bajos recursos señalan una falta significativa de acceso a recursos y dispositivos digitales en comparación con las escuelas privadas y más ricas. Por lo tanto, es esencial garantizar que todos los estudiantes de la región tengan acceso equitativo a estas herramientas, tanto dentro como fuera del entorno escolar, para facilitar su aprendizaje y desarrollo académico

Por último, es crucial asignar recursos adecuados y utilizarlos de manera efectiva en el ámbito educativo. Aunque los países de la OCDE invierten considerablemente más por estudiante que los países de ALC a lo largo de su trayectoria educativa, el rendimiento académico en matemáticas en los países de ALC sigue siendo inferior a lo que sugiere el nivel de inversión. Por lo tanto, además de aumentar la inversión en educación, es necesario garantizar que estos recursos se utilicen de manera eficiente y eficaz para mejorar la calidad de la educación y cerrar las brechas de rendimiento en la región