Female Forward

Alemania depende de sus mujeres científicas

Alemania debe estar a la altura de la competencia internacional en la nueva era y prepararse para el futuro como emplazamiento científico. Al fin y al cabo, el país se beneficia a todos los niveles de una ciencia fuerte como motor de la innovación y las nuevas tecnologías. Con ella, puede afrontar con éxito los grandes retos de nuestro tiempo, como la escasez de trabajadores cualificados. La interacción entre ciencia y empresa es crucial en este sentido. Pero ambos sectores sufren una importante desventaja competitiva en un aspecto: la infrarrepresentación de las mujeres en ámbitos clave.

Replanteamiento social para más mujeres expertas en STEM

Con la cuarta revolución industrial y los retos de la protección del clima y la digitalización que la acompañan, se necesitan urgentemente trabajadores cualificados de profesiones STEM (matemáticas, informática, ciencias naturales y tecnología). Sin embargo, el número de mujeres en estos campos está por debajo de la media. A escala mundial, sólo representan el 28% de los titulados universitarios en ingeniería y el 40% de los titulados universitarios en informática y tecnologías de la información. En campos punteros como la inteligencia artificial, sólo uno de cada cinco profesionales es mujer. ¿Por qué? En cualquier caso, no se debe a que los estudiantes de campos STEM sean mejores que las estudiantes, como señala también Melanie Krawina, consultora de McKinsey. Sin embargo, en comparación, son muchas menos las mujeres que eligen estudiar materias STEM y, por tanto, representan menos de un tercio de los estudiantes. Para contrarrestar este problema, hay que incentivar lo antes posible a las chicas para que se entusiasmen por las materias STEM cuando aún están en la escuela. En este sentido, es crucial un replanteamiento de la sociedad: alejarse de los modelos estereotipados y dar más visibilidad a las embajadoras y modelos femeninos. Un estudio de la Fundación Friedrich Naumann en 2020 ya ha demostrado el efecto positivo de los modelos de conducta.

Más mujeres en los niveles superiores sigue siendo una tarea titánica

Sigamos con la comparación entre ciencia y empresa. La tasa de empleo solo difiere ligeramente entre mujeres y hombres (en 2021 trabajan un 4,5% más de hombres que de mujeres), mientras que las mujeres tienden a cursar más estudios que los hombres (en el semestre de invierno de 2022/23, la proporción de mujeres entre los estudiantes era del 50,2%). Pero la supuesta igualdad es engañosa. Tanto en el mundo académico como en el empresarial, la proporción de mujeres en los niveles superiores está disminuyendo significativamente. En el campo de la ciencia, uno de los criterios es el nivel del título académico: en Alemania, solo alrededor de una cuarta parte de las cátedras están ocupadas por mujeres. En las academias nacionales de ciencias sólo representan el 12% de los miembros. En las empresas conocemos cifras similares sobre la distribución por sexos de los puestos en los consejos de administración. El 1 de septiembre de 2022, la proporción de mujeres en las 160 mayores empresas que cotizan en la Bolsa de Fráncfort era sólo del 14,2%. Así pues, aún queda mucho margen de mejora. Cuando algunos se quedan sin palabras ante cifras tan alarmantes, la Prof. Dra. Dra. Ute Frevert, Directora Ejecutiva Adjunta del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano, lo expresa con acierto:

No se trata sólo de un problema de justicia. También pone en peligro la viabilidad futura de la ciencia alemana. Si la ciencia prescinde de la creatividad de las mujeres, sufrirá: en la competencia internacional y en la competencia con el mercado laboral no académico por personal excelente. La diversidad aumenta el éxito, y esto también se aplica a la ciencia.

El cambio sostenible necesita algo más que visibilidad

Con el aniversario de hoy, la ONU se fija como objetivo la creación de redes de mujeres y niñas en la ciencia. También hace un llamamiento a la ciencia, la política y la sociedad para que adopten "estrategias orientadas al futuro". Este planteamiento es acertado, ya que da más visibilidad a los retos aquí descritos. Pero para lograr un cambio real hace falta algo más: hay que acabar con las estructuras anticuadas, superar las viejas concepciones de los papeles y crear una cultura de liderazgo progresista. La ministra federal de Investigación, Bettina Stark-Watzinger, está dando peso a la cuestión con su futura estrategia "Investigación e Innovación", aprobada por el gabinete esta semana: hay que aprovechar el potencial de las mujeres en la ciencia y la investigación, y reforzar la igualdad entre mujeres y hombres en la ciencia y la investigación. En concreto, la proporción de mujeres en el profesorado debe aumentar hasta el 30% en 2025. Con los incentivos políticos y sociales adecuados, las mujeres pueden tener los mismos derechos, en la ciencia y en todos los demás ámbitos de los que Alemania depende para el futuro.