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Migración
La política migratoria europea en el mediterráneo tras la pandemia del coronavirus

Desafíos en la estrategia de la Unión Europea de cooperación en materia migratoria en el Mediterráneo
Refugees
Refugees © Photo/Parlamento Europeo

La política migratoria y los mecanismos de la Unión Europea para hacer frente al flujo de inmigrantes hacia nuestro continente son muchos, muy diversos y en constante cambio. En este breve análisis no se pretende entrar a examinar las distintas políticas y organizaciones de la Unión Europea, sino exponer algunos de los desafíos y carencias que se han acuciado durante este periodo de pandemia.

Como apunta acertadamente el informe conjuntamente publicado por el Real Instituto Elcano, la Fundación Friedrich Naumann y el Barcelona Centre for International Affairs  (CIDOB), “A moment to reflect: Creating Euro-Mediterranean bonds that deliver”, cuando hablamos de migración en el Mediterráneo, la prolongada crisis humanitaria permite poco espacio al optimismo, con más de 20.000 muertos en el mar entre 2014 y 2020.[1] Aun así, la situación entre 2015 y 2020 ha evolucionado, de 1.4 millones[2] de solicitantes de protección internacional en 2015 a 740.000 en 2019[3]. A pesar de esta bajada drástica, las respuestas y los discursos siguen correspondiendo con el peor momento de la crisis, tal y como refleja el informe “The EU Approach on Migration in The Mediterranean”, solicitado por la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo.[4]

Migrants
Migrants © Copyright: Photo/Parlamento Europeo

Después de la crisis del 2015, el momento más crítico para la política migratoria ha sido sin duda la crisis del coronavirus. La excepcionalidad de la pandemia ha permitido a los Estados Miembros restringir la entrada y salida al espacio Schengen y reintroducir controles dentro de la propia Unión Europea, circunstancia que antes de la pandemia era impensable, a pesar de otros desafíos que se habían vivido en el pasado como el terrorismo o incluso la propia crisis de 2015. A pesar de que estas medidas no estaban particularmente dirigidas hacia las personas migrantes, la realidad es que ha sido el colectivo más afectado. Los consulados y las oficinas responsables de recibir las aplicaciones de asilo cerraron durante meses.[1]

Las situaciones de excepcionalidad que se han vivido durante la pandemia también han acentuado los problemas con la política de búsqueda y rescate (Search and Rescue en inglés) en el mar. Al no haber una política coordinada de desembarco de solicitantes de asilo en la Unión Europea, cada Estado Miembro adopta diferentes medidas. Algunos intentos como la Declaración de Malta no han sido suficientes.[2]

@eucopresident
@eucopresident © Photo/Twitter @eucopresident

La estrategia de la Unión Europea sigue dependiendo excesivamente de los acuerdos con terceros países, especialmente con Libia y Turquía, por lo tanto, de la voluntad de esos países a cumplirlo. En el caso del acuerdo con Turquía, una de las mayores consecuencias que ha tenido, ha sido la grave crisis humanitaria que ha creado en las islas griegas, que son territorio europeo. En los centros temporales de estancia para inmigrantes, algunos migrantes pasan de un año y medio a tres años. Se calculó que desde el registro hasta la decisión se tardan siete meses y otros seis meses para resolver los recursos de apelación[1]. Estas circunstancias se han agravado con la pandemia y de acuerdo con Médicos sin Fronteras, ha sido imposible prevenir la pandemia en los campos debido a que estaban muy por encima de su capacidad.[2]

Además de los acuerdos informales con Turquía y Libia, la Unión Europea tiene acuerdos de readmisión con países terceros no europeos que, de acuerdo con un informe especial publicado esta semana por la Corte Europea de Auditores, “el sistema de devolución de la UE tiene grandes deficiencias que consiguen el efecto no deseado, alientan la inmigración irregular, en vez de desalentara”. Los inmigrantes conocen la falible política de la Unión Europea y se aprovechan del hecho de que sólo uno de cada tres individuos que reciben la orden de dejar la Unión vuelven al país de origen. En los países de fuera del continente europeo, la cifra es de uno de cada cinco.[3]

Charles Michel and Najla Mohamed el Mangoush
Charles Michel and Najla Mohamed el Mangoush © Photo/Twitter @eucopresident

Al final la falta de coordinación y de solidaridad entre los estados miembros de la Unión Europea es lo que hace tan falible la política migratoria, ya que no hay una política sino veintisiete. A pesar de que el Nuevo Pacto de Inmigración y Asilo, presentado por la Comisión Europea intenta promover la solidaridad entre los estados. Los principios que regían Dublin III sobre el hecho de que el país receptor es el que debe ser responsable del trámite y copago del reasentamiento siguen presentes. Esto provoca todavía una desigualdad entre los países marítimos o pegados a las fronteras exteriores con el resto de los países de la UE, y obliga a estos a llevar a cabo políticas drásticas y en permanente situación de crisis como en el caso de Italia, cuando cierra sus puertos o Grecia cuando no acepta a los solicitantes de asilo.

En definitiva, este breve análisis refleja algunas de las carencias y desafíos de nuestra política migratoria en el mar Mediterráneo. La cooperación con países de la orilla sur del Mediterráneo y la coordinación y solidaridad entre los países de la Unión Europea sigue siendo un desafío para tener una política migratoria justa, que respete los derechos humanos y sea eficiente. Queda mucho trabajo por hacer en esta área y los tiempos de crisis como la pandemia no hacen más que evidenciar los graves déficits del sistema.

[1] Francesco Pasetti, A Euro-Mediterranean agenda on migration: How to do things differently. In the report: A moment to reflect: Creating Euro-Mediterranean bonds that deliver, 2021.

[2] EASO, Annual Report on the Situation of Asylum in the European Union, 2016, pp. 8-10.

[3] EASO, Annual Report on the Situation of Asylum in the European Union, 2020, p. 57.

[4] Este análisis se basa en algunos de los descubrimientos del informe. La autora del análisis recomienda encarecidamente su lectura.

[1] EASO, Covid-19 emergency measures in asylum and reception systems, 2.6.2020, p. 10.

[2] En España todos recordamos la entrada del barco Aquarius en 2018, después de que Malta e Italia negasen el permiso para desembarcar.

[1] ECA, Asylum, Re-location and Return of Migrants: Time to Step up Action to Address Disparities between Objectives and Results, Special Report No 24/2019, p. 48 .

[2] MSF, COVID-19: BBC Panorama investigates the squalid Greek refugee camps risking virus outbreak, 27.10.2020.

[3] European Court of Auditors. EU readmission cooperation with third countries: relevant actions yielded limited results. Report 17/2021. p 4-7.