Argentina
Argentina: ¿Una lección oportuna para Milei?
El castigo de los votantes el domingo fue contundente: en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, el partido de Javier Milei, «La Libertad Avanza», solo obtuvo el 34 % de los votos, mientras que el peronista «Fuerza Patria» alcanzó el 47 %. Casi nadie esperaba una derrota tan clara, y menos aún el propio Milei. Antes de las elecciones, había anunciado que quería «clavar el último clavo en el ataúd del peronismo», solo para descubrir después que el ataúd seguía vacío y que los peronistas, al menos en la provincia de Buenos Aires, su espacio tradicional, no eran tan fáciles de derrotar.
Ambiente festivo entre los peronistas, gestión de crisis para Milei
Mientras Milei veía los resultados de las elecciones con sus confidentes más cercanos, sin apenas miembros, y mucho menos votantes, en un club de lujo de La Plata, el gobernador peronista de la provincia, Axel Kicillof, celebraba en un escenario abierto, perfectamente montado por sus «compañeros», entre abuelas de la Plaza de Mayo, mensajes de felicitación de sindicalistas y niños que ondeaban banderas. Desde su balcón en Buenos Aires, la expresidenta y actual líder del partido peronista, Cristina Kirchner, condenada a seis años de arresto domiciliario por corrupción, animaba a sus seguidores con una sonrisa, vestida con un jersey con estampado de corazones.
Milei tuvo poco tiempo para sentirse deprimido el lunes por la mañana. Se requirió una gestión de crisis después de que los mercados financieros reaccionaron negativamente a la derrota electoral, que fue inesperada, al menos en esta medida. El peso se movió hacia el límite superior de su rango frente al dólar, mientras las reservas de divisas seguían disminuyendo, la bolsa argentina se desplomaba en dos dígitos y el riesgo país subía a más de 1000 puntos desde los 700 de hace solo unas semanas.
Las elecciones de octubre para el Congreso serán decisivas
Las dos buenas noticias para Milei: en términos de poder político, (todavía) no ha pasado gran cosa, y él mismo puede salir de su actual bache.
Es cierto que las elecciones provinciales en Buenos Aires fueron una importante prueba de popularidad para el presidente. El 40 % de los argentinos vive en la provincia, lo que equivale a más que si se celebraran elecciones estatales simultáneamente en Renania del Norte-Westfalia y Baviera. Sin embargo, la provincia de Buenos Aires es tradicionalmente peronista. Lo era antes de las elecciones y lo sigue siendo ahora.
Para Milei son mucho más decisivas las elecciones al Congreso del 26 de octubre, en las que se renovarán alrededor de la mitad de los escaños de ambas cámaras, la Asamblea Nacional y el Senado. Hasta ahora, Milei solo tiene alrededor del 10 % de los escaños en el Congreso con su partido. Aunque matemáticamente no puede alcanzar una mayoría propia en las elecciones, un grupo parlamentario más grande reforzaría su posición para continuar con el curso de las reformas.
Para lograr un repunte sostenible, Argentina necesita sobre todo un sistema tributario eficiente y eficaz, una legislación laboral que cree incentivos y reduzca la burocracia, un sistema de pensiones que equilibre las cotizaciones y las prestaciones, y una reforma del federalismo que refuerce el principio de cooperación entre los responsables de la toma de decisiones, los proveedores, los contribuyentes y los usuarios. Para todas estas reformas estructurales necesarias, necesita una mayoría en el Congreso, de la que actualmente carece.
Éxitos económicos y las acusaciones de corrupción
Ahora Javier Milei tiene el control. Sus logros en materia de política económica son indiscutibles e impresionantes para un mandato de menos de dos años. La inflación bajó más del 200 % a menos del 40 %, el presupuesto está equilibrado, la economía crece un 5 % y la pobreza está disminuyendo significativamente.
El domingo, el presidente no fue castigado por su política económica, sino por su torpe manejo de las acusaciones de corrupción contra su entorno más cercano por supuestos sobornos en el sector sanitario. En el centro de la atención se encuentra la hermana, Karina, su asesora más cercana, secretaria general del presidente y presidenta del partido «La Libertad Avanza».
Aunque la situación no está clara y siempre se aplica la presunción de inocencia, la reacción del presidente ante las acusaciones de corrupción ha sido hasta ahora demasiado superficial. Milei llegó al poder en 2023 con la promesa de combatir la «casta» y la corrupción generalizada entre los peronistas del país.
Por lo tanto, las acusaciones actuales también afectan a su propia credibilidad. Ya en el «caso Libra» en febrero, cuando durante unas horas publicó en X recomendaciones ambiguas sobre una criptomoneda y luego las borró, no quedó precisamente en buen lugar, al igual que su hermana, lo que dió lugar a investigaciones que aún continúan tanto en Argentina como en Estados Unidos.
Javier Milei anuncia una revisión
La dura derrota del domingo pasado podría haber sido una lección oportuna para Milei, para que ahora despeje todas las acusaciones con determinación. En su breve pero, para sus estándares, reflexivo discurso la noche de las elecciones, anunció que aprendería de los resultados electorales y que analizaría los errores de la gestión.
Esperemos que ahora le sigan rápidamente los hechos, sobre todo teniendo en cuenta las importantes elecciones al Congreso que se celebrarán en octubre. Gracias a Milei, Argentina va por buen camino en materia de política económica, aunque el trabajo continúa y aún queda mucho por hacer.
Para ello se necesita un presidente que dedique toda su energía y tiempo a continuar con el curso de las reformas, a convencer a la población y a colaborar de forma constructiva con las provincias para atraer con éxito la inversión extranjera, y que no se distraiga con sus propias crisis. Una actitud débil frente a las acusaciones de corrupción atenta enormemente contra su credibilidad en un ámbito político fundamental, por lo que es necesario que reaccione de forma transparente y coherente, incluso, en caso de duda, contra su propio entorno. Por lo tanto, la confianza del capital internacional volverá tan rápido como se ha alejado de Argentina en las últimas semanas.
Los argentinos, que por fin, después de décadas, han recuperado la esperanza en un futuro mejor, se lo merecen.