Argentina
Elecciones decisivas en Argentina: Javier Milei lucha por el poder, el rumbo de las reformas y el futuro político
Las elecciones al Congreso del domingo decidirán el rumbo reformista de Javier Milei, la estabilidad política y el futuro de la economía argentina.
© picture alliance / Anadolu | Luciano GonzalezEl próximo domingo, el mundo volverá a mirar a Argentina, y los 45 millones de argentinos aún más. En las elecciones al Congreso se decidirá la orientación política y económica fundamental del país para los próximos dos años, antes de que se celebren las próximas elecciones presidenciales en 2027. El domingo se renovarán la mitad de los escaños de la Cámara de Diputados y un tercio de los escaños del Senado. En ambas cámaras, el presidente Javier Milei y su partido «La Libertad Avanza» solo cuentan hasta ahora con el 15 % y el 11 % de los escaños, respectivamente. En las elecciones de 2021, el nuevo movimiento se presentó por primera vez y solo consiguió unos pocos escaños.
La minoría de bloqueo como objetivo mínimo
El objetivo mínimo de Milei es que su partido consiga el domingo una minoría de bloqueo de un tercio de los escaños en la Cámara de Diputados, con el fin de evitar que sus vetos contra las directrices políticas de la oposición peronista (en particular, el aumento del gasto y las restricciones a los decretos de emergencia) puedan ser anulados por una mayoría de dos tercios en el Congreso. La oposición lo ha conseguido varias veces en las últimas semanas, por ejemplo, en el caso de los gastos adicionales para universidades, hospitales infantiles y ayuda a personas con discapacidad. Milei se había opuesto vehementemente a estos aumentos porque ponían en peligro el objetivo de equilibrar el presupuesto, acordado también en el marco del programa de crédito del FMI. Sin embargo, Milei fue derrotado debido a la distribución del poder en el Congreso, lo que empañó su imagen de firmeza tanto en el país como en el extranjero, mientras que la oposición peronista pudo sumar puntos con sus éxitos políticos y presentarse como representante de los intereses sociales.
Política económica exitosa, pero problemas políticos internos
Las derrotas en el Congreso afectaron a Milei en un momento muy desfavorable, cuando ya se enfrentaba a varios retos importantes.
El balance macroeconómico tras casi dos años en el cargo sigue siendo impresionante. La tasa de inflación anual se sitúa actualmente en el 32 %, frente al 211 % que había cuando asumió el cargo en 2023. Con un 4,5 %, la economía argentina debería registrar este año el mayor crecimiento de América Latina y una de las tasas de crecimiento más altas del mundo, aunque el FMI y la OCDE hayan revisado ligeramente a la baja sus previsiones de crecimiento. También es impresionante la reducción de la tasa de pobreza, que ha pasado de alrededor del 50 % cuando asumió el cargo al 32 % actual, sobre todo teniendo en cuenta la terapia de choque que Milei ha aplicado de forma sistemática desde 2023 con recortes significativos del gasto y despidos en el sector público.
Por lo tanto, los problemas de Milei no son tanto económicos como políticos y son en su mayoría de origen interno. El manejo torpe y poco entusiasta de diversas acusaciones de corrupción contra su entorno empañan la imagen de Milei como hombre honesto y luchador contra la «casta», uno de sus principales objetivos al ser elegido presidente, junto con la reducción de la inflación. En febrero, Milei causó enojo con una publicación ambigua sobre una criptomoneda en su perfil de X, lo que provocó investigaciones por parte de las autoridades reguladoras de Argentina y Estados Unidos. En agosto, se filtraron audios con acusaciones de sobornos en el sistema de salud público, de los que supuestamente también se benefició su hermana y principal asesora, Karina. A principios de octubre, José Luis Espert dimitió de sus cargos políticos, entre otros, como candidato principal de «La Libertad Avanza» en la provincia de Buenos Aires para las elecciones al Congreso y como presidente de la Comisión de Presupuestos de la Asamblea Nacional. El motivo fueron las acusaciones sobre un pago recibido de un empresario argentino, acusado de estar involucrado en negocios de drogas y que entretanto ha sido extraditado a Estados Unidos. Milei apoyó inicialmente a Espert, pero luego aceptó su renuncia. En los tres casos, Milei no quedó bien parado, ya que actuó con demasiada vacilación y sin el entusiasmo necesario para esclarecer los hechos.
La principal preocupación de los argentinos ya no es la inflación (que ocupa ahora el tercer lugar), sino la corrupción, seguida de la preocupación por el desempleo.
El 7 de septiembre, los votantes dieron una «lección» a Milei en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, donde vive alrededor del 40 % de la población total. «La Libertad Avanza» solo obtuvo el 34 %, mientras que los peronistas de «Fuerza Patria» consiguieron el 47 %.
A la mañana siguiente, los mercados reaccionaron con nerviosismo ante la derrota de Milei, inesperada al menos en tal magnitud: las cotizaciones bursátiles se desplomaron en dos dígitos, el riesgo país volvió a superar los 1000 puntos básicos y el tipo de cambio se acercó al límite máximo frente al dólar dentro de las bandas cambiarias establecidas por el gobierno desde abril.
Desde las elecciones provinciales, Milei no ha logrado calmar los mercados de forma duradera. El banco central tuvo que intervenir varias veces para apoyar al peso. Las reservas de divisas, que en realidad se necesitan para el pago de los bonos del Estado que vencen en 2026, disminuyeron drásticamente.
Trump promete apoyar a Milei si «gana» las elecciones
Una reunión de Milei a finales de septiembre con el presidente estadounidense Trump y el tesorero Bessent, al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, supuso un alivio temporal. El Gobierno estadounidense se comprometió con Argentina a hacer «lo que fuera necesario», aunque en los días siguientes los mercados se preguntaron qué significaba esto concretamente, sobre todo durante un «shutdown» en Estados Unidos. Tras nuevas compras de apoyo al peso por parte del banco central, Milei se reunió por segunda vez con Trump el 14 de octubre, esta vez en la «Casa Blanca», después de que se le concediera el honor especial de pasar la noche en la «Blair House». Trump volvió a garantizar a Milei el apoyo financiero de EE. UU., concretamente en forma de un swap por valor de hasta 20.000 millones de dólares y una línea de crédito por el mismo importe.
Además, tal y como esperaba Milei, Trump ofreció negociar un acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y Argentina, lo que, para él, como defensor confeso del proteccionismo de «America First» y de las guerras arancelarias, es un gesto bastante inusual, pero que al mismo tiempo demuestra su aprecio personal por Milei. Trump ve en él un aliado importante, especialmente en temas sociopolíticos populistas de derecha y en la lucha internacional contra el socialismo y el wokismo. A esto se suman los intereses geopolíticos y económicos de Estados Unidos, que compite con su archirrival China por ampliar su influencia política en América Latina, asegurar mercados de venta y acceder a materias primas importantes.
Con el apoyo de Trump, Milei ha ganado tiempo, al menos hasta las elecciones del domingo, para evitar más perturbaciones mayores en los mercados hasta entonces. Sin embargo, Trump ha condicionado su apoyo a que Milei «gane» las elecciones, lo que ha dado lugar a diferentes interpretaciones sobre si se refiere a las elecciones del domingo o a las presidenciales de 2027. Parece claro que, también por razones de política interna, el Gobierno estadounidense tiene poco interés en apoyar de forma significativa al peso argentino si Milei no consigue el domingo el apoyo suficiente de la población y, por tanto, del Congreso para su política económica.
Además, el «cheque en blanco» político de Estados Unidos a Milei no está exento de polémica en Argentina. Mucho más allá del bando peronista, la inequívoca recomendación electoral de Trump a favor de Milei fue criticada como una injerencia en los asuntos internos de Argentina. Sin embargo, ante las turbulencias, en particular la debilidad del peso y la escasez de divisas, Milei no tuvo más remedio que buscar el apoyo de Trump y de la nación económica más importante del mundo, sobre todo tan cerca de las elecciones del domingo. En cualquier caso, es de suponer que después de las elecciones se debatirá, o más bien se deberá debatir, una liberalización más profunda y sostenible del régimen cambiario.
En busca de mayorías para las reformas
El objetivo mínimo de Milei para el domingo, alcanzar una minoría de bloqueo de un tercio, no le permite aún asegurar activamente la formulación de políticas. Para continuar con su programa de reformas, en particular las importantes reformas estructurales en materia de impuestos, mercado laboral, sistema de pensiones y federalismo, Milei seguirá dependiendo, incluso después del domingo, de la necesidad de organizar mayorías con otras fuerzas reformistas en el Congreso, al carecer de mayorías propias. Es positivo que ya se haya reunido con el presidente del PRO, del expresidente Mauricio Macri, para sondear una cooperación estructural tras las elecciones. Esto incluirá también reorganizaciones del gabinete, ya que varios ministros pasarán al Congreso (la ministra de Seguridad, Bullrich, y el ministro de Defensa, Petri). Tampoco se puede descartar una reorganización más amplia del gabinete en esta ocasión, sobre todo porque el gobierno no ha dado una imagen de unidad en los últimos meses.
Las predicciones son difíciles, sobre todo cuando se refieren al futuro. Esta cita de Mark Twain es especialmente válida antes de las elecciones en Argentina. Según las encuestas actuales, Milei podría alcanzar al menos su objetivo mínimo de una minoría de bloqueo, aunque con un margen considerable y, por lo tanto, con incertidumbre en las previsiones. Sin embargo, las sorprendentes elecciones en la provincia de Buenos Aires han demostrado lo mucho que pueden diferir las previsiones y los resultados reales.
Los argentinos marcarán el domingo el rumbo de la política para los próximos dos años: tienen la opción de dotar a Milei de un mayor respaldo del Congreso para su «Plan Argentina Grande Otra Vez», con el que ya ha presentado ideas claras en materia de impuestos y mercado laboral. Los últimos dos años han demostrado de manera impresionante que su concepto de política económica funciona en la práctica, con la reducción de la inflación y la pobreza.
Es de esperar que Milei, que llegó al cargo como economista y no como político, haya aprendido de sus errores políticos, garantice en el futuro una mayor transparencia en su entorno y busque un consenso más amplio en el Congreso, con las provincias y con la sociedad para continuar con el curso de las reformas en el país, con el fin de aprovechar el enorme potencial del país. Los jóvenes del país, entre los que Milei cuenta con una clara mayoría, se lo merecen. La alternativa sería un bloqueo en el Congreso durante los próximos dos años, con un peronismo revitalizado, cuyas recetas ya fracasaron en el pasado y que, en última instancia, son responsables del declive de Argentina, que los argentinos rechazaron con decepción en las elecciones de 2023.
El domingo no solo se celebrarán en Argentina unas elecciones decisivas para Milei, sino también para el futuro del país.