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Argentina
Comienza la prueba práctica para Javier Milei

Toma de posesión del nuevo presidente argentino
Javier Milei

Javier Milei

© picture alliance / ASSOCIATED PRESS | Natacha Pisarenko

Este domingo el nuevo Presidente Javier Milei, luego de jurar su cargo en el Congreso de la Nación, asumirá sus funciones en la Casa Rosada. Milei ganó claramente la segunda vuelta electoral del 19 de noviembre superando al ex Ministro de Economía de la Nación Sergio Massa.

Sin embargo, Milei y su nuevo gabinete no tendrán mucho tiempo para celebrar, dada la desastrosa situación económica heredada del anterior gobierno peronista del Presidente Alberto Fernández y la difícil situación de la mayoría parlamentaria en el Congreso.

Gabinete como una mezcla de confidentes cercanos y expertos experimentados

En sus decisiones respecto al nuevo gabinete se puede observar una mezcla de personas cercanas de experiencia y expertos experimentados. Como nuevo movimiento político, no era posible que Milei llenara su gabinete sólo con hombres de confianza de "La Libertad Avanza", aunque los haya en los puestos más altos del gabinete, sobre todo su hermana Karina Milei, a quien él mismo se refiere como "el Jefe", como Secretaria General designada por el Presidente, y Victoria Villarruel como Vicepresidenta, polémica por su relativización de los crímenes de la dictadura militar de 1976-1983. 

En otras áreas clave, sin embargo, Milei apuesta por la experiencia política, especialmente en las tareas centrales de la política económica y exterior. El nuevo ministro de Economía será el economista y ex banquero de inversión Luis Caputo, que fue ministro de Finanzas con el presidente Mauricio Macri y luego -por poco tiempo- presidente del Banco Central argentino. Caputo ha demostrado su éxito en negociaciones de reprogramación de deuda, así como colocaciones en los mercados financieros internacionales. Es probable que esta experiencia sea la principal razón de su nombramiento, sobre todo teniendo en cuenta las difíciles negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la dependencia de la financiación bilateral (especialmente de China) hasta la fecha. Los críticos, en cambio, apuntan a la falta de experiencia macroeconómica y de política económica de Caputo, aunque cabe suponer que el propio Milei ejercerá una fuerte influencia en este sentido para reducir la excesiva influencia estatal en Argentina y desatar las fuerzas del mercado en favor de un mayor espíritu empresarial, la inversión y el crecimiento.

Tras la victoria de Milei, la eliminación del Banco Central Argentino y la dolarización, que habían sido ejes en la campaña electoral, han sido desestimadas por no ser viables en el corto plazo (al menos por el momento). La principal tarea del nuevo presidente del Banco Central designado será poner fin a la actual financiación estatal a través de la impresión monetaria de dinero y reduciendo la inflación a un nivel comparable a nivel regional e internacional para una de las 20 mayores economías del mundo (G20). Joaquín Cottani y Santiago Basuili, dos nombres con amplia experiencia política y en los mercados financieros, también están siendo considerados para esta desafiante tarea. Como ya ocurriera con el presidente Macri, Patricia Bullrich, eliminada como candidata presidencial en las primarias, será ministra de Seguridad. Su inmediato apoyo a Milei tras su derrota y su inmediata designación a un cargo ministerial provocaron un profundo desencuentro con Macri como líder del partido conservador PRO (Propuesta Republicana), que la acusó de falta de coordinación con el partido -o, en última instancia, con él mismo-. Como era de esperar, la Ministra de Relaciones Exteriores designada es la economista y con experiencia internacional Diana Mondino, que ya está haciendo apariciones públicas en previsión de su futuro papel, tanto en apariciones en los medios (redes sociales), como en apariciones públicas en reuniones de organizaciones y en reuniones con embajadores extranjeros.

Como anunció Milei durante la campaña electoral, reducirá significativamente el número de ministerios, de los 18 actuales pasará a 8, por un lado agrupando tareas, por ejemplo en los recién creados ministerios de Capital Humano e Infraestructuras, lo que permitirá sinergias entre tareas afines, así como la consolidación de tareas administrativas de varios ministerios para ahorrar costos. Por otro lado, las medidas de liberalización pretenden eliminar tareas y, por lo tanto, hacer superfluas las autoridades anteriormente responsables de dichas tareas, por ejemplo, en el caso de los controles de precios y (al menos en mediano plazo) los permisos de comercio exterior. Si bien estas medidas deben acogerse con satisfacción desde una perspectiva liberal y reguladora, hay que criticar el hecho de que también se vayan a eliminar tareas anteriormente ancladas institucionalmente en los ámbitos de la política de la mujer, la lucha contra la discriminación y la protección de las minorías indígenas. Un concierto de cancelaciones al mejor estilo motosierra confirmaría los temores de una agenda libertaria unilateral de Milei, con poco interés en cuestiones sociales inclusivas, y que podría traer consigo un potencial conflicto social.

Sin pausa Navideña para el Congreso

Desde la victoria electoral, Milei ha estado trabajando con sus confidentes más cercanos en su "búnker" del Hotel Libertador, no sólo en la finalización del cuadro de personal, sino que también en un amplio paquete legislativo para las primeras medidas necesarias para mejorar la situación económica. Milei presentará los puntos claves en su "discurso a la nación" en la toma de posesión del domingo. El paquete legislativo propiamente dicho, que según los informes constará de varios miles de páginas, será presentado por Milei al Congreso el lunes para el inicio de las deliberaciones. Como medida de precaución, ya ha pedido a los diputados que trabajen duro en las deliberaciones y renuncien a las vacaciones de Navidad debido a la difícil situación económica. El paquete se presentará en forma de legislación ómnibus, lo que significa que las distintas propuestas legislativas se debatirán conjuntamente. Además de la mencionada reducción del número de ministerios y autoridades subordinadas, es probable que los componentes clave sean otras medidas para racionalizar los procesos políticos y administrativos, por ejemplo, la suspensión de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), medidas de liberalización y apertura del mercado para promover la inversión nacional y extranjera en el sector de la energía y las materias primas (en particular gas, hidrógeno, litio) y la especificación de las empresas estatales que deben privatizarse. Como ya se ha dicho, Milei ha abandonado (de momento) algunas de sus reivindicaciones más radicales de la campaña electoral, como la abolición del Banco Central y la sustitución del peso por el dólar estadounidense. No obstante, está por ver hasta qué punto Milei podrá lograr mayorías para sus propuestas en el Congreso. Macri ya ha anunciado que sólo apoyará las leyes propuestas, estudiando caso por caso, debido a la falta de cooperación formal de Milei, lo que significa que Milei puede tener que llegar a compromisos con el ala no kirchnerista del peronismo para lograr mayorías, en particular en cuestiones de política social y laboral (por ejemplo, recortes de subsidios y regulación del mercado laboral), lo que llevaría a una mayor dilución de su programa de campaña electoral. Ya se vislumbra un primer conflicto entre Milei y el Congreso en el nombramiento de los presidentes de ambas cámaras, donde Milei -sin mayoría propia- ha propuesto oficialmente a sus propios candidatos de las filas de “La Libertad Avanza.”

Ya se reconocen nuevas prioridades en materia de política exterior

Durante la campaña electoral, Milei anunció que EEUU e Israel serían sus aliados más importantes en política exterior. Por ello, en su primer viaje visitó Washington y Nueva York durante 48 horas a finales de noviembre, en plena preparación de su presidencia. Los momentos políticos más destacados de su visita relámpago fueron una reunión en la Casa Blanca con el asesor de política de seguridad del presidente Biden, Jake Sullivan, y un almuerzo con el ex presidente Bill Clinton, organizado por el empresario argentino y amigo de Clinton Gerardo Werthein. A pesar de su cercanía política a Trump (con quien Milei no se reunió), buscó deliberadamente conectar con los principales representantes demócratas y calificó su visita de "excelente". Algo más diplomáticamente reservado fueron las reacciones de Sullivan, que confió en "líneas abiertas de comunicación" entre ambos países, y de Clinton, que aconsejó a Milei aprovechar las primeras semanas para sus medidas políticas más importantes. 

El designado ministro de Economía, Luis Caputo, se reunió con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y gestores de fondos de inversión en Nueva York tras la marcha de Milei. Una solución sostenible de la deuda de Argentina con el FMI, que ronda los 45.000 millones de dólares, no sólo es importante para mejorar las relaciones y recibir más apoyo del propio FMI, sino que también tiene un importante efecto de señalización sobre la solvencia y fiabilidad de Argentina en el cumplimiento de los acuerdos internacionales y, por tanto, sobre el riesgo político y los costes de financiación para los inversores. El interés de las empresas y fondos de infraestructuras extranjeros por invertir en el sector de la energía y en materias primas en Argentina es considerable (no sólo en EE.UU.). Sin embargo, los inversores necesitan planificación y seguridad normativa para convertir las observaciones del mercado en inversiones concretas. Una mayor participación privada del exterior es esencial para la promoción de la enorme riqueza energética y de recursos de Argentina y, por tanto, para el crecimiento y el empleo, después de que Milei anunciara inmediatamente después de su elección que "no tenía dinero" para medidas de infraestructura.

Después de que Milei expresara críticas al MERCOSUR durante la campaña electoral, la ministra de Relaciones Exteriores designada, Diana Mondini, adoptó una postura claramente positiva sobre el acuerdo de asociación UE-MERCOSUR en vísperas de la cumbre del MERCOSUR del 7 de diciembre y pidió al presidente saliente, Fernández, que no negara su consentimiento al acuerdo para no frenarlo. Fernández justificó su negativa a dar su aprobación diciendo que quería dejar la decisión en manos de Milei como su sucesor. Esta semana, el ministro saliente de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, incluso expresó su oposición al contenido del acuerdo, afirmando que no lo consideraba equilibrado y temía que perjudicara a la industria y a la agricultura argentinas. En este sentido, la posición Argentina respecto al acuerdo se ha invertido en las últimas semanas: mientras los peronistas -a pesar de su proximidad política al presidente brasileño y actual presidente de turno del MERCOSUR, Lula- frenan el acuerdo, el nuevo gobierno de Milei envía una señal positiva a Europa de su voluntad de reforzar el libre comercio entre ambas regiones. Pero, a la inversa, esto también requiere que la UE, y Francia en particular, vayan más allá de sus discursos dominicales sobre la importancia del libre comercio, la diversificación y una comunidad de valores en general, y demuestren su voluntad de concretar acuerdos con sus socios en el mundo.

Para Milei también será necesaria una cooperación más estrecha con EE.UU. y Europa, ya que es probable que la proximidad política con China sea cosa del pasado, con los efectos esperados en la participación de China como inversor y, sobre todo, como salvavidas financiero de Argentina. La nueva ministra de Relaciones Exteriores, Mondino, ya ha anunciado que Argentina no se unirá al grupo de Estados BRICS -en contra de los planes del Gobierno anterior- porque no ve ninguna ventaja en su adhesión.

A la vista de la crisis económica dejada por el gobierno peronistas, Argentina se enfrenta a una tarea colosal. Ahora queda por ver si el Presidente Milei es capaz de formular un programa de reformas coherente y aplicarlo políticamente de forma que la mayoría de la población pueda apoyarlo.