AI

El futuro del trabajo con Inteligencia Artificial

Entre tanto revuelo por Chat GPT, decidí entrevistarlo –si es que a eso se le puede llamar entrevistar– sobre liberalismo. Le pregunté sobre el modelo político liberal, la libertad como derecho, la democracia y el liberalismo. Las respuestas, sin duda, fueron muy satisfactorias, les recomiendo este ejercicio ampliamente. 

Empezamos a ver cómo interactuamos con inteligencias artificiales como Siri, Alexa y algunas otras más en nuestro día a día, lo que desplaza ciertos trabajos; o, más bien, los transforma en tareas delegadas a entes digitales que, parecería, se convertirán los temidos robots que mezclan inteligencia y cuerpo artificial de la ciencia ficción. 

Digo temidos porque ya existen narrativas que nos cuentan cómo los robots desplazarán por completo el trabajo de los seres humanos. Parece poco cierto, pero estas historias nos llevan a preguntarnos algo aún más importante: ¿la inteligencia artificial es capaz de hacer hoy todo lo que hace una persona o es más bien una herramienta que atiende necesidades muy específicas? 

¿Realmente entendemos qué es la inteligencia artificial? 

Parece que no siempre sabemos distinguir ni definir qué es una inteligencia artificial. Actualmente, podríamos separarla en dos categorías:

• IA angosta, que tiene la capacidad de responder preguntas, búsquedas y entablar conversaciones. La conocemos comúnmente en forma de ChatGPT
• IA general es capaz de entender contextos, manejar computadoras, bases de datos y mucho más.

¿Nos quitarán el trabajo?

Si el pasado es un buen indicador del futuro, podemos analizar cuántos empleos se perdieron y cuántos se generaron, por ejemplo, con la automatización de los procesos de pintados de automóviles cuando las labores manuales fueron reemplazadas por procesos automatizados, o cómo cambiaron las computadoras los procesos de contabilidad. Si bien los cambios de este tipo tienden a ser disruptivos y rompen con el status quo, también generan nuevos trabajos que hoy todavía desconocemos. 

Debemos aprender a utilizar estas tecnologías para mejorar y facilitar nuestro trabajo, como lo hemos hecho con el mail o la nube.  Sin duda, empresas de mensajería y paquetería vieron mermadas en un inicio sus ingresos, pero después fueron ellas mismas las que vieron un beneficio por el comercio electrónico. En un futuro también podríamos ver, el gusto por lo no digital, por ejemplo, como ha sucedido con la revalorización de los productos artesanales. 

Al final, el futuro y el presente nos ofrecen nuevas herramientas. En vez de entrar en pánico, debemos aprender a aprovechar.

Tal vez, no lo recuerden, pero allá en el lejano año de 1999 teníamos un gran miedo al cambio al año 2000, pues creímos que muchos sistemas digitales no estaban preparados para ese cambio de año; sin embargo, el año 2000 llegó y se fue sin un solo problema…para este 2023 y los años venideros con inteligencia artificial, probablemente suceda lo mismo.