Día de la Libertad de Prensa
Violencia contra los periodistas latinoamericanos
Hace algunas semanas se conoció el segundo caso en pocos días de un periodista ecuatoriano que ha debido buscar refugio en otro país debido a las graves amenazas contra su integridad y vida que ha venido recibiendo durante meses. Así es esto: el periodista resiste y resiste a las presiones de los grupos delincuenciales, trata de seguir informando desde su trinchera, hasta que un día ya las cosas se tornan imposibles y hay que sacarlo urgente de la zona.
Así ha pasado en Colombia y México. Así está pasando en Guatemala y El Salvador y sigue pasando en México y Colombia. Con distinta máscara, pero efectividad brutal, los periodistas independientes de Venezuela, Nicaragua y Cuba se han visto forzados a huir, buscar, asilo y refugio en otros países ante la persecución implacable de las dictaduras que gobiernan esos países
Así es: Latinoamérica no es solo el continente donde grandes masas humanas caminan y caminan buscando su destino en la emigración. También, es la región donde periodistas están siendo expulsados de sus comunidades por la violencia criminal o por la violencia estatal. A veces, la una abrazada de la otra.
Preocupante situación de los periodistas en América Latina
Según datos que maneja la red Voces del Sur, solo en Nicaragua, desde 2018, más de 200 periodistas se han visto obligados a abandonar el país debido a la presión del régimen de Daniel Ortega. Muchos de ellos han denunciado amenazas, agresiones y hostigamiento por parte de las autoridades y grupos afines al Gobierno.
En El Salvador, la situación no es menos preocupante. El caso más emblemático son los directivos y periodistas del medio digital El Faro, quienes desde 2020 han debido abandonar el país tras recibir amenazas de todo tipo tras ser blancos del discurso estigmatizante propagado por Nayib Bukele.
En México ya ni siquiera se cuentan los centenares de periodistas que han debido cruzar la frontera rumbo al vecino del norte para escapar de la fórmula de tortura y muerte que suelen aplicar narcopolíticos de todo tipo. Solo basta decir que en México, desde 2000, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), han sido asesinados más de 140 periodistas. Muchos otros han tenido que abandonar el país debido a las amenazas y la violencia.
En Guatemala, la situación es igualmente preocupante. Según la SIP, en los últimos años se han registrado al menos seis casos de periodistas que han tenido que exiliarse debido a la violencia y las amenazas. Además, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) señala que Guatemala es uno de los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo en el continente.
El país del que casi nadie habla es Haití, pero justo esta semana también se ha asesinado a un segundo periodista: Ricot Jean, de Radio-Telé Évolution Inter de Saint Marc, de Puerto Príncipe, fue acribillado la madrugada del 25 de abril. Jean fue secuestrado con un amigo cercano alrededor de las 20:00 del 24 de abril, en el sector de la Cité Verna.
Este hecho se suma al de Eduardo Mendizábal, en Guatemala; Dylan Lyons, en Estados Unidos; Abisaí Pérez, en México; y Álex Alvaréz, en Paraguay. Es decir, el periodista Ricot Jean es el sexto asesinado en la región solo en este año.
Realidad alarmante que afecta a muchos países de la región
El exilio y muerte de periodistas latinoamericanos es una realidad alarmante que afecta a muchos países de la región. Nicaragua, El Salvador, México, Ecuador y Guatemala son solo algunos de los países que han visto a sus periodistas huir de sus hogares en busca de seguridad y libertad para ejercer su trabajo. Es importante que las autoridades de estos países tomen medidas para garantizar la seguridad de los periodistas y proteger la libertad de prensa, un pilar fundamental de cualquier sociedad
Acerca del autor
César Ricaurte es un periodista ecuatoriano con más de veinte años de experiencia en el sector. Es licenciado en periodismo/comunicación social por la Universidad Central del Ecuador, y obtuvo una maestría en la Universidad Andina Simón Bolívar, en 2001. Actualmente se desempeña como director ejecutivo de Fundamedios, organización comprometida desde 2007 con los Derechos Humanos y la promoción de la libertad de expresión, el monitoreo de las agresiones y los riesgos que enfrentan los periodistas en América Latina.
