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Libertad
Posibilidades y límites de nuestro trabajo: cierre de la oficina en Hong Kong

KHP

La Fundación Friedrich Naumann para la Libertad trabaja para impulsar la promoción de los valores liberales en todo el mundo, estos son: Democracia, Estado de Derecho y Economía de Mercado. La fundación realiza esta labor con equipos no sólo en Alemania, sino en varios países alrededor del mundo. Cabe señalar que este trabajo sólo es posible si las condiciones del lugar lo permiten. Una cosa está clara: las condiciones rara vez son ideales en ningún lugar del mundo. Sin embargo, un requisito básico es la seguridad de nuestros empleados en el lugar. Si esto no está garantizado, no podemos comenzar ni continuar nuestro trabajo.

En 2018 abrimos nuestra representación en Hong Kong. En ese entonces visité la oficina, que estaba magníficamente dirigida por Armin Reinartz. Un proyecto muy especial dentro de ella fue el Global Innovation Hub que acentuó la importancia de la globalización y la digitalización en una región económica dinámica y de rápido crecimiento. Fue un proyecto exitoso.

En abril de 2020, el Congreso Popular Nacional de China aprobó una ley de seguridad para Hong Kong. La ley entró en vigor en julio de 2020. Según la opinión unánime de abogados independientes y otros observadores, esta ley le da al gobierno de Beijing rienda suelta para emprender acciones penales contra las organizaciones extranjeras que operan en Hong Kong, así como contra sus socios y empleados. En particular, hay cuatro delitos vagos e indefinidos que podrían dar lugar a detenciones y acusaciones arbitrarias: separatismo, subversión, terrorismo y cooperación ("colusión") con países extranjeros.

Especialmente el delito de "cooperación con países extranjeros" representa una enorme amenaza para nuestro trabajo como fundación, porque la FNF es una organización "extranjera". Por ende, cualquiera que coopere con FNF en la promoción de la Democracia, el Estado de Derecho y una Economía de Mercado liberal puede ser procesado arbitrariamente como "agente de un país extranjero". Esto afecta potencialmente a todos nuestros socios, así como a nuestros empleados, especialmente si son chinos. Este miedo ya ha provocado la dimisión de uno de nuestros colegas en Hong Kong incluso antes de que la oficina fuera cerrada oficialmente. Nuestro compromiso de no poner en peligro a nuestros socios y empleados nos imposibilita seguir trabajando en Hong Kong. Esto se hizo especialmente evidente después de los primeros arrestos en Hong Kong a finales de agosto que también afectaron a nuestros socios.

Bajo la perspectiva china, la ley de seguridad se aplica en todo el mundo. Esto significa que si la Fundación Naumann organiza un evento sobre China en Alemania o en alguna de nuestras otras oficinas en el extranjero, nuestros empleados en Hong Kong podrían ser procesados por ello. Esto, a su vez, podría ser utilizado por el gobierno chino para reprimir las críticas contra China; por lo tanto, estas circunstancias también hacen que nuestro trabajo en otros países sea extremadamente  difícil.
Como fundación política que defiende explícitamente los principios liberales de la Democracia, el Estado de Derecho y la Economía de Mercado, simplemente no podemos hacer nuestro trabajo allí sin poner en peligro a los socios y al personal. Por tanto, con el mayor pesar, debemos retirarnos de Hong Kong. Por supuesto, el cierre de nuestra representación en Hong Kong no significa que ya no estemos trabajando en los temas que nuestra oficina ha impulsado y defendido hasta ahora. Con nuestra oficina regional en Bangkok (Tailandia) y nuestras otras oficinas en Indonesia, Myanmar, Filipinas, Corea del Sur y Vietnam, nuestra presencia y trabajo en la región de Asia Oriental continuará.